Post por Jazz el Jan 5, 2016 10:11:23 GMT -6
Un punto de vista más crítico que visceral.
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Mérida crece sin sentido, se mueve como amiba
Mérida, la Ciudad Blanca, crece de manera desordenada, sin control, sin sentido y se mueve como una amiba (para donde quiera) o como un caballo sin rienda debido a la falta de voluntad política para poner límites a los inversionistas que quieren construir y vender en zonas sin capacidad de servicios y con baja densidad de población, afirmó ayer Fernando Alcocer Ávila, experto en diseño urbano.
“Hoy tenemos una ciudad con zonas complejas en tránsito, con problemas de basura, con deficiencia en servicios; es la consecuencia iniciada por los desarrolladores porque no hay idea de qué se plantea como ciudad. La capital del Estado llega a su aniversario sumando un año más de desorden, con una burbuja de especulación de precios desde Ciudad Caucel hasta la carretera a Tixkokob, en el lado Norte, al grado de que la venta es por lotes de 400 metros cuadrados con precios superiores a los 600 mil pesos en medio del monte”, añadió.
Alcocer Ávila y Ricardo Combaluzier Medina, expertos en el ramo de la arquitectura y de diseño urbano, coincidieron en señalar que la ciudad se ha expandido sin control, sin planeación y hasta que las autoridades tengan la voluntad política de ordenar es cuando se tendrá una mejora; mientras tanto todos los esfuerzos se irán en solucionar los problemas que señale la presión social.
Densidad
“De la ciudad arbolada, atractiva y planeada que se vio en la García Ginerés o en la Alemán, tenemos un crecimiento extendido y disperso que no es bueno; a futuro la falta de planeación nos pasará la factura de tener una ciudad de baja densidad en los servicios de mantenimiento, que son más caros.
“La especulación de tierras en el Norte de la ciudad y la falta de planeación exhiben un descontrol; yo esperaría que las autoridades tomen cartas en el asunto y que puedan tener suficiente voluntad política para soportar la presión. Ni los yucatecos se han escapado de la especulación, todos quieren un pedacito de tierra al Norte, aunque no tenga servicios, ni autorización”, afirmó el arquitecto Combaluzier Medina.
Destacó que mientras se siga privilegiando la construcción de casas o fraccionamientos que no tengan la infraestructura de agua o de drenaje (que es un pecado que no se resuelve) de electricidad, de calles, de alumbrado, de servicios como recolecta de basura y seguridad, entre otros, se seguirá abonando al caos.
“Todos saben que esto tiene sentido, que a mayor crecimiento, mayor impacto territorial y ambiental, esto hace que se viva día a día; hemos ido perdiendo la calidad de espacios públicos; hoy la venta de lotes al norte, en medio del monte, de quienes buscan una vida alejada y rural, tienen que ingresar a la actividad en la ciudad y los accesos son un embudo que generan un caos vial.
“La única manera de tener servicios públicos de calidad, áreas verdes es con planeación y eso lo da la concentración, la densidad, de esta manera la ciudad mejorará, debe haber conciencia de espacios públicos”, dijo el también empresario.
Confió en que la conciencia social hará que se vaya actuando y la ciudad se vaya transformando, ya que la planeación no ha sido un tema que los políticos de cualquier partido hayan querido enfrentar, pero que sí quieren compensar cobrando más impuestos, al decir que la ciudad es extendida y ha crecido, pero el problema de fondo no se soluciona.
“A mayor densidad habrá mejor servicio; cuando hay demanda del transporte entonces las rutas de transporte son mayores, pero si sólo van con algunos pasajeros, no tiene caso. Mérida va a llegar, más lentamente que otras ciudades, a tener mayor densidad con el desarrollo de la vivienda vertical, con los condominios; hoy se le da ventaja a lo horizontal, como en Temozón o todos los Montes, como Montes de Amé, que son lugares con una calle pavimentada y otra no, con calles angostas, sin parques, con caos vial, son el ejemplo de la falta de planeación”, dijo.
Agregó que el urbanismo siempre es una bomba de tiempo, pero que la autoridad sólo resuelve las que derivan en problema social.
“Si tuvieron que pasar casi 500 años para tener la Mérida que ahora tenemos, cuánto tiene que pasar para tener el desarrollo y planeación en la franja especulativa que va de Ciudad Caucel a carretera Tixkokob; eso nos da una idea de cómo está la situación”, manifestó.
Recalcó que el problema de la contaminación es muy grave y “seguimos cerrando los ojos”, ya que se siguen habilitando fosas sépticas y no hay la voluntad para ordenar este tema.
POR ESTO! recorrió la carretera Mérida-Tizimín y desde la desviación a Chicxulub puerto hasta la desviación a Conkal, que son 4.5 kilómetros, se observó la presencia de 10 empresas o contactos que ofrecen lotes en esta zona que está en medio del monte, pero que cada metro cuadrado de terreno se vende entre 1,500 y 1,700 pesos.
En el recorrido se observaron casas habitadas y una constante oferta de venta, al grado de ofrecer mejores ofertas saliendo de algún punto de venta.
Historia
Mérida es una ciudad en constante cambio, que se trazó con base en los asentamientos coloniales y que partía de las plazas principales y 4 calles a la redonda, recordó Alcocer Ávila.
“Ese inicio de Mérida se pierde con la Independencia y en un plano se ven los trazos, las manzanas nuevas y los lotes y así fue que surgieron la García Ginerés y la Alemán, colonias que hoy están abandonadas, que los actuales dueños quieren densificar con vivienda horizontal y que aunque es propiedad privada no se los permiten”, dijo.
Recordó que fue en los 80 que la política pública alteró las inercias que se llevaban y se empieza a fomentar la construcción de vivienda para quienes “no tenían casa” y surgen los nuevos desarrollos “y el mal logrado reglamento a la vivienda”.
Esto generó la creación de una infinidad de fraccionamientos y las autoridades no han ordenado este crecimiento.
“Una amiba es un ser viviente, se mueve, así es la ciudad, es una Mérida sumida en la inercia, veremos que seguirá así con el crecimiento sin sentido. No sé hacia dónde vamos, sólo sé que tenemos complicaciones día a día, vamos al día, solucionando el día a día, es como un caballo sin rienda, se va a dónde se le antoja, no hay voluntad política porque se afectan los intereses económicos y todo está en manos del Ayuntamiento”, apuntó.
Finalmente puso como ejemplo de incongruencia el destino de 100 millones de pesos para arreglar la Avenida Colón, que es una calle con casas abandonadas o que son oficinas, cuando hay necesidades apremiantes en otras zonas.
(Verónica Martínez)
fuente:https://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=1&idTitulo=451114
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Mérida crece sin sentido, se mueve como amiba
Mérida, la Ciudad Blanca, crece de manera desordenada, sin control, sin sentido y se mueve como una amiba (para donde quiera) o como un caballo sin rienda debido a la falta de voluntad política para poner límites a los inversionistas que quieren construir y vender en zonas sin capacidad de servicios y con baja densidad de población, afirmó ayer Fernando Alcocer Ávila, experto en diseño urbano.
“Hoy tenemos una ciudad con zonas complejas en tránsito, con problemas de basura, con deficiencia en servicios; es la consecuencia iniciada por los desarrolladores porque no hay idea de qué se plantea como ciudad. La capital del Estado llega a su aniversario sumando un año más de desorden, con una burbuja de especulación de precios desde Ciudad Caucel hasta la carretera a Tixkokob, en el lado Norte, al grado de que la venta es por lotes de 400 metros cuadrados con precios superiores a los 600 mil pesos en medio del monte”, añadió.
Alcocer Ávila y Ricardo Combaluzier Medina, expertos en el ramo de la arquitectura y de diseño urbano, coincidieron en señalar que la ciudad se ha expandido sin control, sin planeación y hasta que las autoridades tengan la voluntad política de ordenar es cuando se tendrá una mejora; mientras tanto todos los esfuerzos se irán en solucionar los problemas que señale la presión social.
Densidad
“De la ciudad arbolada, atractiva y planeada que se vio en la García Ginerés o en la Alemán, tenemos un crecimiento extendido y disperso que no es bueno; a futuro la falta de planeación nos pasará la factura de tener una ciudad de baja densidad en los servicios de mantenimiento, que son más caros.
“La especulación de tierras en el Norte de la ciudad y la falta de planeación exhiben un descontrol; yo esperaría que las autoridades tomen cartas en el asunto y que puedan tener suficiente voluntad política para soportar la presión. Ni los yucatecos se han escapado de la especulación, todos quieren un pedacito de tierra al Norte, aunque no tenga servicios, ni autorización”, afirmó el arquitecto Combaluzier Medina.
Destacó que mientras se siga privilegiando la construcción de casas o fraccionamientos que no tengan la infraestructura de agua o de drenaje (que es un pecado que no se resuelve) de electricidad, de calles, de alumbrado, de servicios como recolecta de basura y seguridad, entre otros, se seguirá abonando al caos.
“Todos saben que esto tiene sentido, que a mayor crecimiento, mayor impacto territorial y ambiental, esto hace que se viva día a día; hemos ido perdiendo la calidad de espacios públicos; hoy la venta de lotes al norte, en medio del monte, de quienes buscan una vida alejada y rural, tienen que ingresar a la actividad en la ciudad y los accesos son un embudo que generan un caos vial.
“La única manera de tener servicios públicos de calidad, áreas verdes es con planeación y eso lo da la concentración, la densidad, de esta manera la ciudad mejorará, debe haber conciencia de espacios públicos”, dijo el también empresario.
Confió en que la conciencia social hará que se vaya actuando y la ciudad se vaya transformando, ya que la planeación no ha sido un tema que los políticos de cualquier partido hayan querido enfrentar, pero que sí quieren compensar cobrando más impuestos, al decir que la ciudad es extendida y ha crecido, pero el problema de fondo no se soluciona.
“A mayor densidad habrá mejor servicio; cuando hay demanda del transporte entonces las rutas de transporte son mayores, pero si sólo van con algunos pasajeros, no tiene caso. Mérida va a llegar, más lentamente que otras ciudades, a tener mayor densidad con el desarrollo de la vivienda vertical, con los condominios; hoy se le da ventaja a lo horizontal, como en Temozón o todos los Montes, como Montes de Amé, que son lugares con una calle pavimentada y otra no, con calles angostas, sin parques, con caos vial, son el ejemplo de la falta de planeación”, dijo.
Agregó que el urbanismo siempre es una bomba de tiempo, pero que la autoridad sólo resuelve las que derivan en problema social.
“Si tuvieron que pasar casi 500 años para tener la Mérida que ahora tenemos, cuánto tiene que pasar para tener el desarrollo y planeación en la franja especulativa que va de Ciudad Caucel a carretera Tixkokob; eso nos da una idea de cómo está la situación”, manifestó.
Recalcó que el problema de la contaminación es muy grave y “seguimos cerrando los ojos”, ya que se siguen habilitando fosas sépticas y no hay la voluntad para ordenar este tema.
POR ESTO! recorrió la carretera Mérida-Tizimín y desde la desviación a Chicxulub puerto hasta la desviación a Conkal, que son 4.5 kilómetros, se observó la presencia de 10 empresas o contactos que ofrecen lotes en esta zona que está en medio del monte, pero que cada metro cuadrado de terreno se vende entre 1,500 y 1,700 pesos.
En el recorrido se observaron casas habitadas y una constante oferta de venta, al grado de ofrecer mejores ofertas saliendo de algún punto de venta.
Historia
Mérida es una ciudad en constante cambio, que se trazó con base en los asentamientos coloniales y que partía de las plazas principales y 4 calles a la redonda, recordó Alcocer Ávila.
“Ese inicio de Mérida se pierde con la Independencia y en un plano se ven los trazos, las manzanas nuevas y los lotes y así fue que surgieron la García Ginerés y la Alemán, colonias que hoy están abandonadas, que los actuales dueños quieren densificar con vivienda horizontal y que aunque es propiedad privada no se los permiten”, dijo.
Recordó que fue en los 80 que la política pública alteró las inercias que se llevaban y se empieza a fomentar la construcción de vivienda para quienes “no tenían casa” y surgen los nuevos desarrollos “y el mal logrado reglamento a la vivienda”.
Esto generó la creación de una infinidad de fraccionamientos y las autoridades no han ordenado este crecimiento.
“Una amiba es un ser viviente, se mueve, así es la ciudad, es una Mérida sumida en la inercia, veremos que seguirá así con el crecimiento sin sentido. No sé hacia dónde vamos, sólo sé que tenemos complicaciones día a día, vamos al día, solucionando el día a día, es como un caballo sin rienda, se va a dónde se le antoja, no hay voluntad política porque se afectan los intereses económicos y todo está en manos del Ayuntamiento”, apuntó.
Finalmente puso como ejemplo de incongruencia el destino de 100 millones de pesos para arreglar la Avenida Colón, que es una calle con casas abandonadas o que son oficinas, cuando hay necesidades apremiantes en otras zonas.
(Verónica Martínez)
fuente:https://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=1&idTitulo=451114